Desde muy niño he escuchado a distintos miembros de mi
familia y a personas mayores hablar acerca de algo que conocemos como VALORES.
Lo más renombrado en esta palabra en cuando dicen que “se han perdido” comentan
acerca de cómo se dirigían a sus padres, de sus reacciones cuando sus padres se
dirigían a ellos, he escuchado comentarios acerca de cuándo se les permitía
interferir en una conversación de adultos y cuando no, del comportamiento en la casa y
en la calle para con los demás ya fuesen conocidos o no. De la honestidad tanto
en casa como fuera de ella, del respeto, la tolerancia, la solidaridad, la humildad y
la responsabilidad para con todos.
Después de pensar en todo esto y observar lo que se vive a diario en los hogares y el
comportamiento de la gente en la calle no me queda más que aceptar que LOS VALORES CADA DIA SON MENOS USADOS Y TOMADOS
EN CUENTA. Veo y escucho a diario como la falta de tolerancia hace que personas
contestan mal a otras e inclusive de forma agresiva ya sean conocidos o no
entre ellos, veo a hijos que no colaboran con sus padres y esta falta de
solidaridad afecta en el trato y en el respeto mutuo, veo personas deshonestas que
su comportamiento solo va en beneficio propio sin pensar en el daño que le
pueden causar a los demás, también veo
cometer abusos de toda índole sin que nadie, llámense autoridades o la aplicación
de las leyes, hagan algo para solucionarlo de forma justa.
Nuestro mundo sería otro si mantuviéramos activos y aplicáramos
a diario dichos valores ya que el tiempo pasa pero a buena educación siempre será
la misma, ser honesto, responsable, solidario, humilde, respetuoso y
colaborador, entre otros, nunca dejara de ser una buena práctica para vivir en
paz y armonía.